Casi toda la isla de Bali es de naturaleza volcánica. En las colinas del oeste los volcanes se empezaron a formar hace más de un millón de años. Mientras que las cumbres del este son algo más jóvenes. Están clasificados como estrato volcanes basálticos, de ahí que la lava que expulsan en su erupción sea bastante fluida, ya que el 90% del volcán es lava en lugar de material piroclástico, avanzando esta a más de medio kilómetro a la hora.
Aunque Bali no ha tenido erupciones volcánicas en los últimos veinte años, todavía hay signos de las ultimas erupciones en las laderas del monte Agung y el monte Batur.
La mayor erupción del monte Agung se produjo en 1963 y redujo su altura de 3.160 metros a 3.032 metros y mató a mas de un millar de personas.
En Indonesia es corriente la formación de volcanes secundarios dentro de las calderas, como el monte Batur. El volcán original destruido durante la formación de la caldera se va rellenado gradualmente con la formación del monte Batur.
Los volcanes rigen todas las facetas de la geología de Bali. Crearon la forma de la isla, regeneran su suelo y ayudan a producir las lluvias que sostienen su agricultura. En reconocimiento de su papel los balineses los consideran sagrados.
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